¿Cómo escribir una novela romántica?

Hay varias formas de escribir una novela romántica. ¡En este artículo te daremos algunos consejos fundamentales para empezar la tuya! Echa un vistazo:

  1. Lee libros sobre el amor
  2. Vive en la realidad, no en la utopía
  3. Caza el espíritu de la época
  4. Crea grandes conflictos
  5. Desarrolla personalidades destacadas
  6. Cuidado con lo cursi
  7. Inspírate con grandes obras

Antes de continuar, conviene hacer una aclaración: una novela no es necesariamente un libro romántico. Por alguna razón, en nuestro idioma, una novela es cualquier libro en prosa que cuenta una historia (aunque ni siquiera contenga menciones de amor o cosas así). Una novela romántica, sin embargo, sí incluye historias de amor. Y es de ellas de los que hablaremos aquí.

En primer lugar, porque más del 25% de todos los libros que se publican aquí en Club están relacionados, de alguna manera, con el amor. Y, segundo – pero no menos importante – por lo obvio: el amor es, probablemente, el más importante de los temas de la humanidad y el único con el que cada uno de nuestra especie, de alguna manera, tiene algún tipo de experiencia o vivencia personal. Y, si somos una especie que se diferencia de las demás precisamente por nuestra capacidad de contar historias, nada más natural que elegir como base de las mismas el más universal de los temas: el amor.

Y aquí venimos con un puñado de consejos (o buenas prácticas) que, si bien no servirán de recetario –al no haber recetas aquí–, sin duda ayudarán a inspirar o al menos «guiar» al escritor.

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Consejos para escribir una novela romántica:

1. Lee libros sobre el amor

Esto de querer escribir y que no te guste leer es sencillamente disfuncional. Es más: las excusas habituales (como la falta de tiempo) son ridículas. Siempre, siempre tómate un tiempo para lo que realmente quieres hacer. Todo es cuestión de prioridades.

Y si quieres ser escritor, el primer paso es abrazar la lectura en todas sus formas. Cada vez que te sumerges en un universo creado por otro autor, al fin y al cabo, tendrás una lección de estilo, construcción de la trama y personajes. Puede que no encuentres tu estilo en ellos, pero seguro que recopilarás ejemplos que te ayudarán a comprender qué es lo que cautiva al lector.

En este sentido, hay que dar mucho espacio a los clásicos, a los libros que se han inmortalizado en el tiempo. ¿El motivo? Si Don Quijote, por poner sólo un ejemplo, lleva siglos encabezando la lista de los más vendidos de la historia de la humanidad, sin duda se debe a la capacidad narrativa de Cervantes.

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2. Vive en la realidad, no en la utopía

La mayor diferencia entre realidad y utopía es la complejidad. En las utopías todo funciona como un reloj: quienes aman son siempre correspondidos, los conflictos son superficiales, incluso los problemas son irrealmente ingenuos.

Bueno… la vida no es así y el lector lo sabe. La consecuencia: la capacidad de retener la atención y el compromiso se desploma.

Y eso es precisamente lo que queremos evitar ahondando en la realidad. A la hora de estructurar cualquier trama, basarse en el mundo real: añadir complejidad, contratiempos, dificultades y, en definitiva, «normalidad». Haz que tus personajes sean más tridimensionales, con cualidades y defectos, aciertos y errores.

Si, después de terminar una lectura crítica, sientes que algo es demasiado perfecto para ser verdad, siéntate y reescríbelo. La verdad es lo que más se debe buscar en un libro, aunque sea ficción.

3. Caza el espíritu del tiempo

¿Conoces una de las principales reglas que utilizó Shakespeare para componer sus obras? Siempre, siempre creaba alguna trama basada en «trending topics» de Inglaterra. Otelo se escribió cuando Isabel I estaba expulsando a los moros de Londres; El Rey Lear se basó en un caso legal real que se había convertido en el gran cotilleo del reino; MacBeth se hizo para celebrar, mediante metáforas, el linaje del monarca Jacobo I, para quien se escribió la obra.

¿Qué aprendemos del gran maestro? Sencillo: que un telón de fondo popular, sobre todo cuando adquiere proporciones gigantescas, es perfecto para hacer que el público conecte con la trama y se implique en la historia de los personajes.

4. No hay buenas historias románticas sin grandes conflictos

Vale… tal vez haya uno o dos que no se me hayan ocurrido, pero el hecho es que son raros. Al fin y al cabo, lo que atrae al lector no es la estructura del personaje en sí, sino sus reacciones tras los momentos de conflicto interno y externo.

Naturalmente, cuantos más conflictos, más fácil será construir reacciones apropiadas (siempre que sean consistentes con la personalidad de los personajes).

Lea mas: ¿Cómo crear un buen villano para tu historia? [5 consejos]

5. Crea personalidades para tus personajes

Entramos aquí en un quinto y fundamental punto: los personajes no deben describirse sólo como rostros y actitudes. Cada uno debe tener su propio pasado, una historia que dé consistencia a cada una de sus actitudes ante todo.

Por supuesto, no es que tengas que insistir infinitamente en los detalles de la infancia de un personaje secundario; ese no es el punto. Pero a medida que un personaje adquiere prioridad en la historia, la importancia de hacer que el lector comprenda su pasado es cada vez mayor. Al fin y al cabo, sólo de este modo esa sensación de intimidad entre el lector y los protagonistas adquiere un asidero fundamental para que pueda construirse eficazmente el vínculo con la historia.

¿Quieres un consejo? Crea una línea de tiempo y un resumen de la historia de cada uno de tus personajes antes de profundizar demasiado en la trama. Puede que ni siquiera uses partes de esta historia, pero al menos te servirá para asegurarte de no poner acciones y palabras en boca de un personaje que difícilmente las realizaría.

Lea también: ¿Cómo crear personajes para una historia de ficción?

6. Cuidado con lo cursi

Uno de los mayores riesgos de una novela romántico es dejarse llevar por lo cursi, forzar el sobre en situaciones naturales e intercambiar densidad por sentimentalismo.

La solución aquí suele ser algo que el autor puede resolver solo: implica un lector crítico.

Generalmente hay dos caminos: seleccionar uno o más amigos críticos o contratar a un crítico literario. Sea cual sea el camino, lo importante es que elijas a alguien realmente crítico en quien confíes (evitando involucrar a alguien que sabes que te elogiará libremente por la relación que ya tienes) y que dejes tu ego de lado (preparándote para recibir y afrontar posibles críticas más duras).

Estate dispuesto a reescribir secciones enteras de tu libro basándote en feedbacks, por cierto. Y entiende que esto forma parte del proceso.

7. Inspírate con grandes obras para construir tu propio estilo

No nos faltan ejemplos de obras maestras: Machado de Assis esculpió a Bentinho y Capitu en un extremo, Guimarães Rosa entregó a Riobaldo y Diadorim en otro, Hemingway, García Márquez, Pamuk, Kazuo Ishikuro y muchos más nos regalaron las mayores joyas de la literatura basada precisamente en este género máximo.

Pero, si el amor es un sentimiento universal, la técnica para estructurar una novela atractiva es ciertamente mucho más individual. De hecho, basta comparar algunos de estos ejemplos mencionados anteriormente. Por increíbles que sean, el platonicismo de «El amor en los tiempos del cólera» (García Márquez) no se parece en nada a la distopía de «Nunca me abandones» (Kazuo Ishiguro). Aun así, ambas son obras maestras indiscutibles.

¿Y ahora? ¿Qué hacer? 

Bueno… ¡la parte más compleja de escribir un libro, naturalmente, es sentarse y escribirlo! Esta recopilación de consejos debe verse más como una especie de camino, nuestra recomendación se basa en la experiencia de haber tratado con más de 70 mil títulos y haber leído muchísimos libros, especialmente novelas.

Pero nada, nada reemplazará tus propias habilidades de escritura. Por eso, intenta al menos seguir nuestras recomendaciones y profundizar en tu propia trama. Por nuestra parte, ¡te deseamos toda la suerte del mundo y esperamos publicarte aquí, en Club de Autores!

Lea también: ¿Cómo escribir un libro de poesía?

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Ricardo Almeida

Soy el fundador y director ejecutivo del Clube de Autores. Premiado como el emprendedor más innovador del mundo en el segmento editorial por la Feria del Libro de Londres 2014, también soy escritor y triatleta.

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